Al fin, acabé Mass Effect

Gracias a un mando prestado, pude terminarlo sin perder la mano derecha. En fin, nada que decir que no haya dicho ya, aún así lo repito: decepcionante, inflado a la fuerza, y una historia que podría haber sido mejor de no diluirse más que un preparado homeopático.
Una vez concluido ese asunto pendiente, es hora de pasar a otras cosas, como por ejemplo terminar la segunda parte de la novela. no es que no haya escrito muchísimo en estos días, sino que lo he estado haciendo en mi sexto libro. Y depués me quejo de Rothfuss...
Y la buena noticia es que alguien me ha donado un mando de Xbox viejo y roto. Quizás no sea tan buena noticia cuando descubra que no puede ser reparado, pero de momento toca tener mente positiva. Jugar con el mando no es tan incómodo cuando uno se acostumbra y además me permite adaptar los proyectos para su uso. En estos días aprendí mucho al respecto jugando Mass Effect, y lamenté no tener otro título a mano para experimentar otros enfoques.
De todas formas, ahora tengo que rediseñar muchas cosas e implementar todo un montón de nuevas funcionalidades, pero aquí por suerte ya logré hacer algo y no es tan complicado. Trabajoso sí, pero no complicado. De paso, les aviso que muy pronto estaré liberando el beta del Laberinto, en cuanto me anime a arreglar unos pequeños detallitos.

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