Larga vida a los desarrolladores de Windows 10

De todo corazón les deseo a los desarrolladores de Windows 10, que no sabe diferenciar una partición Linux del espacio libre del disco, o que no puede formatear una partición propia sin eliminar las particiones Linux,  una larguísima vida. También les deseo, de todo corazón, que durante el resto de esa larguísima vida, padezcan de sarna incurable en la entrepierna.
Me ha tomado dos días encontrar la combinación correcta para instalar Windows 10 y Linux, porque siempre que lo hacía, Windows eliminaba las particiones de Linux ya instalado. En teoría, basta con instalar Windows, y luego Linux. El gran problema está en que debes crear y dar formato a cualquier partición Windows adicional desde el instalador de Linux. Si intentas hacerlo con el Administrador de Discos de Microsoft, éste destruirá cualquier cosa que no reconozca. Como les decía, solamente formatear una partición ya creada en FAT32 elimina las particiones Linux.  Menuda mierda.

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